Dicen que dicen que algunas noches el casique nocaigui se sentaba en su toldera contemplando el cielo; miraba y miraba la via Láctea, mientras pensaba:
-Nayec ,la via Láctea debe ser como un largo camino de brasas ensendidas. Si yo pudiera tener esa luz tan brillante acá abajo mi pueblo no pasaria frio en invierno.
Una de esas noche estaba sentado mirando el cielo, fue tan grande el deseo del cacique, que Cotaa, el dio de los Mocavies, decidio concederle un ragalo.
A la mañana siguiente al salir de su tienda se encontro un arbusto, lo miró asombrado no lo reconocíaó, como se convertían en brasas.
Es Nechinic- exclamó- el árbol del fuego.
Y desde ese dia pudieron encender grandes fogatas para calentarse en invierno
Que linda historia !! me gustó mucho.
ResponderEliminar